Buscar la motivación

En estos tres años de 'parada sin parar' he estado buscando una fuente de inspiración para poder estar motivada cada día, sin caer en la baja autoestima que puede hacer que los sueños y las ganas de luchar no me dejen ver más allá.

En mi caso, siempre he tenido una espinita de hacer algo para sentirme bien conmigo misma, lejos de si gusta a los demás o no.

Había un tiempo antes de trabajar en el periódico, que me dedicaba a pintar óleos, en tela, etc. y con la asociación de artesanos de Cádiz y por mi cuenta los vendía. Me encantaba, me lo pasaba bien. Recuerdo que iba en mi vespa de un lado a otro cargada de carpetas y cosas que casi se me caían por el camino, esas navidades en el puesto de San Antonio, madre mía que frío pasé y en el Pópulo todos los sábados, una gozada.

Luego empecé a trabajar en el Diario de Cádiz y así me llevé nueve años de mi vida. Nueve años en los que aprendí muchas cosas, maduré y crecí en el, pero a la vez me estanqué, como si te succionara el tiempo y eso es solo lo que haces, lo que eres.

Cuando de repente, un día se acabó. Se acabó todo lo que conocía, tenía que volver a empezar pero era más difícil que nunca, porque me había estancado profesionalmente. Y mi autoestima en ese momento estaba por los pies: no gusta mi trabajo, ya no sirvo para nada...
Tenía que salir de ahí ya, antes de que me sentirme succionada pero esta vez la mente y caer en una depresión que no me merecía.

Así que me di cuenta enseguida, necesitaba encontrarme de nuevo y buscar la 'motivación', y cuando la tenga no va a ver quien me pare.

Haciendo curso tras curso tras curso, hasta que decidí hacer un curso en la UCA de alemán y me motivó tanto, que voy por segundo curso en la EOI, es difícil pero me encanta, me lo paso bien, conozco a gente nueva y maravillosa, vuelvo a reir.

Pero no acaba ahí, yo soy muy exigente y necesito más, algo que pueda ayudarme a empezar de nuevo profesionalmente, algo distinto de lo que he hecho hasta ahora. Porque la crisis hace mella en la familia también, y ahí si que no. Así que decidí ponerme a pintar, volver a mis principios. Pero pintar alegría, color y lo que me salga.

Y por fin la encontré, la estaba buscando desesperadamente para sentirme mejor aún e intentar por mi misma salir adelante.

Pues si, la motivación la encontré en mis cuadritos, guste o no, venda o no, no lo voy a dejar otra vez, esta vez no. Busqué un nombre, una marca y una finalidad y el resultado de todo esto es 'Happyroom', cuadros y pintura mural para alegrar la habitación de los niños y no tan niños.

Y esto es solo el comienzo, porque con Happyroom quiero ir mucho más allá, estoy activa mentalmente, no paro, ideas por aquí, ideas por allá. Lo que quisiera es tener mas tiempo para llevarlo a cabo, pero despacito y con buena letra.

Espero que os guste mi trabajo, fruto de la MOTIVACIÓN.

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